ARQUITECTURA

El Akab Dzib mide 54 metros de largo por 16 de ancho y seis de altura. Los antiguos mayas imprimieron huellas de sus manos en color rojo en el interior de algunos de los cuartos situados hacia el oeste, para simbolizar quizá a Kabul ("mano celeste y creadora"), dios maya de la bóveda celeste.

En el dintel de una de las puertas interiores de la sección sur del edificio, se observa el grabado de un sacerdote rodeado de un dintel de piedra con símbolos jeroglíficos que no han podido ser descifrados, salvo por la fecha del año 869. Esta dificultad de interpretación dio su nombre al edificio, derivado de akab, "noche", y dzib, "escritura", lo que se interpreta como "escritura oscura", es decir, difícil de interpretar o traducir.

El Akab Dzib

El Akab Dzib es un monumento libre de la influencia tolteca, que se compone de un edificio central y dos cuartos en los extremos, con 18 cuartos techados de bóveda maya que se anexaron posteriormente, divididos en dos edificios. Su aspecto es de gran sencillez, su fachada está compuesta por un muro liso que en la parte superior tiene dos molduras y está rematado por una crestería.

Venus en la concepción maya

Los mayas registraron sus observaciones de venus en códices, estelas y pintura mural. Se incluia su periodo sinódico de 584 días y las fases de su aparición y desaparición. El Códice de Dresde demuestra que lo observaban con especial empeño. En la llamada Plataforma de Venus, pues se encontró una estela con el glifo venusino, como un gran ojo resplandeciente, junto a una banda que representaba al cinco. A un lado aparece un atado de cañas con el glifo del año solar acompañado de ocho cuentas.

Este conjunto representa justamente una identidad astrómica-observacional: 8x365=5x584, es decir, el número de días en ocho años solares es el mismo que cinco periodos sinódicos de ese cuerpo celeste. Esto significa que Venus, visto desde la Tierra, se coloca en la misma posición respecto al Sol, cada ocho años.

Las segunda Plataformas de Venus

Hay 2 diferentes estructuras con este nombre en Chichén Itzá. La primera y más conocido se encuentra en la Gran Plaza (Plaza del Castillo). La segunda plataforma de Venus está situada cerca de la Tumba del Sumo Sacerdote.

Esta es muy similar a la del mismo nombre en la Plaza del Castillo. En la esquina de uno de sus paneles, hay un relieve del Hombre Pájaro Serpiente, que es considerado como la representación del Quetzalcoatl-Kukulkán como la "Estrella de la Mañana"

Se cree que estos dos edificios servían como podios para ritos, ceremonias o danzas.

Plataforma de Venus

Esta plataforma está situada a 100 metros al norte del Castillo, este monumento cuadrado mide 25 metros por lado y cuatro de alto, con escalinatas en cada una de sus caras. Se puede observar que hay paneles remetidos que representan a Quetzalcóatl-Kukulkán, en un costado hay signos del planeta Venus, probablemente por el inicio simultáneo del calendario solar y el ciclo venusino. La función de este edificio fue probablemente para realizar ritos, ceremonias o danzas.

Los temibles guerreros de las ciudades mayas

Las  pinturas murales de Bonampak, en Chiapas (México), revelan que se representaba una violentísima batalla donde no faltaban torturas y cabezas cercenadas. Esta escena mostró al mundo que la sociedad maya estaba envuelta en implacables y sangrientas luchas, que se practicaban sacrificios humanos, que se torturaba a los prisioneros y que se exhibían orgullosamente sus cabezas como trofeos de guerra.

Hoy en día se sabe que los personajes representados en las estelas y otras obras artísticas no eran dioses envueltos en luchas cósmicas, sino férreos gobernantes que alcanzaron el poder con el uso de la fuerza. En muchos casos se añadían registros de conflictos bélicos que cada vez eran más intensos y continuos, sobre todo en las principales ciudades: Bonampak, Yaxchilán y Piedras Negras, cuyo arte se volvió eminentemente militar. 

En estos glifos se registraba la fecha de la guerra y el nombre del vencedor; también se hacía constar el rango y nombre del cautivo y algunas veces se añadía el número total de prisioneros. Todos estos hallazgos no dejaban lugar a la duda: la guerra formaba parte de la realidad cotidiana de los antiguos mayas.

símbolo del águila

El águila representaba para los mayas la libertad,  para ellos era un animal que a través de su contemplación permitía la apertura de la mente y por lo tanto la contestación a las preguntas que inquietaron, por lo general los chamanes de las tribus.

Este símbolo maya permite acceder a la sabiduría interior, brindando un marcado poder de claridad mental, por lo cual se consideraba un símbolo facilitador de la concentración, así como de la proyección celestial o astral, de los iniciados.

El símbolo del águila maya supone que  allanará el camino hacia el acceso de lo superior, incluyendo la estimulación de capacidades telepáticas, algo que explicaría la similitud entre las distintas construcciones de la antigüedad y las grandes distancias que las separaban como el caso de las pirámides que están distribuidas por todo el mundo.