Las siete maravillas del mundo antiguo han marcado a nuestra sociedad debido a su gran magnificencia. Estas no fueron elegidas de la misma forma que las modernas ya que su lugar se lo ganaron debido a un poema que escribió un griego llamado Antípatro de Sidón hacia (125 a.C.). Este poema sirvió de base para crea lista oficial de las siete bellezas del mundo antiguo, que ahora las conocemos como las maravillas. El poema es el siguiente:

“He posado mis ojos sobre la muralla de la dulce Babilonia, que es una calzada para carruajes, y la estatua de Zeus de los alfeos, y los jardines colgantes, y el Coloso del Sol, y la enome obra de las altas Pirámides, y la vasta tumba de Mausolo; pero cuando vi la casa de Artemisa, allí encaramada en las nubes, esos otros mármoles perdieron su brillo, y dije: aparte de desde el Olimpo, el Sol nunca pareció jamás tan grande.”

Antípatro de Sidón, Antología Griega (IX.58).