Se sabe que los mayas manifestaban una profunda veneración
hacia la naturaleza, pues consideraban que, gracias a su benevolencia, obtenían
todos los recursos que necesitaban para vivir. La
importancia de éstos para los mayas se pueden hacer desde diversos puntos de
vista:
En primer lugar, nada se debe mencionar del aspecto
utilitario de estos pozos, ya que el suministro de agua ha sido uno de los
mayores problemas a que ha tenido que enfrentar la población.
El estudio de éstos,
ha permitido descubrir en su interior, una gran cantidad de vestigios que nos
da una idea de la grandiosidad de los rituales religiosos que se practicaban a
cabo en aquel entonces. Además, se ha determinado que esta cultura daba a cada
uno de los cenotes una función determinada. Es decir, los cenotes que se
utilizaban para la práctica de estos rituales, no podían ser usados para el
suministro de agua y a la inversa.
En gran parte de los cenotes, se ofrendaba sangre femenina, para sostener las puertas de los cenotes, consideradas bóvedas intraterrenas de conexión con la ciudad de cristal. Cada cenote tiene un lenguaje sagrado que se relacionaba con el sentimiento del derramamiento de la sangre de las vírgenes, no eran sacrificios humanos sino era la ofrenda para crear depósitos de sostenimiento micro celular para el sostenimiento de una formación de especies animal-vegetal-mineral conectándonos con las lagunas y los mares.
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